sábado, 8 de febrero de 2014

POR QUÉ ES IMPRESCINDIBLE EL MONOPOLIO ESTATAL DEL COMERCIO EXTERIOR. Por Alberto Ariza

Los límites de este proyecto político se venían percibiendo al finalizar el primer gobierno de Cristina. Era imprescindible apoyarse en el alto respaldo popular a su segunda elección presidencial, para continuar avanzando con muchísima más resolución contra los factores de poder económico y financiero que estrechaban fuerzas al acecho y que tienen en sus manos un alto porcentaje del movimiento del comercio exterior lo cual gravita de manera clave en la economía argentina. Esas tareas debían realizarse al calor de ese más del 55% recaudado en las elecciones, sin dar tiempo a reacción. Las organizaciones kirchneristas, casi paralizadas por el verticalismo, por el culto a la personalidad, por consignas de bajísimo nivel político, mezcladas con los aplaudidores y adulones se mostraron incapaces de articular un programa para proponerlo al gobierno. Programa que debe ser sacado de los antecedentes del movimiento obrero, que es la columna vertebral de nuestra historia.
Entre el discurso de Cristina lanzando el Plan PROGRESAR, que parecía desprendido de la realidad, para jóvenes de otro planeta, pues la presidenta ni se refería a la crisis del dólar, de las empresas de energía, a las corridas, a los golpistas de mercado, y el último mensaje, para anunciar el índice de movilidad jubilatoria, hay una importante diferencia. Acá se refirió a todos esos temas, incluso señalando responsables, que está muy bien. Pero nos quedamos esperando las medidas, las sanciones, los pasos concretos para terminar con esta tremenda inestabilidad económica y financiera, que finalmente nos hundirá en la inestabilidad política. Sólo en un pasaje planteó que el gobierno no iba a permitir que la gente quedara sujeta a las leyes del mercado, aún cuando no indicó cómo. Pero sí dijo textualmente que esos sectores han hecho muchísima plata y que al gobierno no le molesta que ganen más. ¡ENTONCES ESTAMOS MAL! Hay que dejar al ciudadano librado a su iniciativa individual para controlar los precios, hay que contentarse con que no nos molesta que ganen mucha plata los remarcadores, los grupos organizados del campo, los acaparadores (e imaginamos los grupos financieros ligados a los bancos y al comercio exterior) ¡y todos sabemos como están haciendo esa plata! Y hay que reconocerles la razón a economistas de derecha que ven exagerado usar la cadena nacional para anunciar un aumento del 11,31% sentenciando al jubilado a un 6% de pérdida real sobre su última capacidad adquisitiva. Es decir que un jubilado de $ 3.250,- neto va a disponer de $3.617,- recién en abril pues eso se cobrará los últimos días de marzo. Y en abril los gastos mínimos rondarán los $8.500,- ¡de piso! Y todo ésto mientras se aclara que “no nos molesta que ganen más” los desestabilizadores de este modelo. Entonces nos está patinando la brújula política y habrá que rectificar el rumbo rápidamente.
Es importantísima la actividad con los comerciantes pequeños y medios que se están sumando de distintas formas, a la lucha contra el aumento de precios. Es importante el despido del vicepresidente del Deutsche Bank de Buenos Aires por maniobras de manipulación del dólar en perjuicio del peso argentino, y hay que exigir que se lo procese inmediatamente. Pero igual, todas estas medidas son insuficientes porque otros seguirán con el trabajo sucio. Tal como lo denunció Atilio Borón, el dólar se devalúa en todo el mundo, incluso América Latina y en Argentina sube, en perjuicio de nuestra moneda. Ya se pueden declarar frustrados todos los intentos de lograr un capitalismo serio o una burguesía nacional “patriótica”. Todas las áreas del capitalismo funcionan sin gobierno, sometidas únicamente a las leyes del sistema para lo cual consideran prioritario controlar el movimiento del comercio exterior. Entonces los gobiernos sólo pueden administrar la miseria que dejan estos sectores. Así no se marcha hacia un gobierno popular. Y estamos en transición permanente. El punto quieto NO EXISTE. O vamos hacia un gobierno popular o a hacia una economía neoliberal. Ya al medio no queda NADA. Por eso vale recordar que en 1962, un plenario de las 62 Organizaciones, adoptó en Huerta Grande un programa que incluía: MONOPOLIO ESTATAL DEL COMERCIO EXTERIOR. No puede ser que un grupo reducido de empresas, controlando la mayor parte del comercio exterior, esté manejando por su cuenta, ingreso y egreso de dólares cuando justamente, aquellos que lo detectan tienen la capacidad de manejar su valor, ¡y lo estamos viendo! Por otras vías iremos publicando completo dicho programa al que hay que actualizarlo, pues Argentina y América Latina cambiaron. Y es necesario que todos los trabajadores de base, los sindicatos, los estudiantes, y organizaciones sociales, comiencen el estudio y discusión política en este sentido, para que la movilización popular tenga objetivos claros y concretos. Pero en lo inmediato es imprescindible que el gobierno adopte el CONTROL TOTAL DEL COMERCIO EXTERIOR, como la única forma de comenzar a manejar el flujo de divisas en manos del Estado. ALBERTO ARIZA (coyoacan_2007@yahoo.com.ar)

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