Braden
a Perón: Si
Ud hace todo lo que le decimos, va a ser muy bien visto en mi país.
Perón a
Braden: Prefiero ser mal visto en su país, que hijo de puta en el mío
Uno ya
asumió que se perdieron las PASO que de paso se ganaron. Que Clarín, La Nación
y los amanuenses de Perfil saben muy bien que en Argentina no hay gobierno que
dure cuatro períodos, que los pobres siempre pierden y que todo lo que pueda
fracasar, terminará haciéndolo, dicho esto con la cancerígena lógica de los
mercados y las corporaciones que no son garantes de la democracia precisamente,
sino sus victimarios . . .
No
obstante, uno mantiene su adicción al optimismo que, como reza el mataburros,
es una propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable. Y en
eso estamos.
No se
trata de caer en un voluntarismo crónico por cierto, pero los hombres sabios
que lo quieren mal y lo piensan peor, se burlan de ese sano empecinamiento en
creer que estos son tiempos trascendentales de amaneceres, no de nuevos
anocheceres.
Uno ha
crecido en un país al que una oligarquía lo tiranizó a lo largo de toda su
historia y lo acostumbró a pensar en su contra, que le preñó el imaginario de
derrotas por venir, al que lo adoctrinó en el estúpido ejercicio de la
autocrítica cruel y la victimización. Un país inducido a considerarse habitante
de una semi barbarie autóctona de la que sólo con sufrimiento podría aspirar a
las mieles del bienestar del primer mundo. Ya se sabe que a la derecha no le
molesta que la política sea democrática, siempre y cuando la economía no lo
sea. Uno viene de una generación que le
sobraban ideas y utopías, por eso después le sobraron muertos. Nunca lo convencieron.
No obstante, no son pocos los “progres” que suelen enmaridarse en
obsceno contubernio con la derecha por el puro placer del masoquismo.
Así que
ya no van más los análisis de economistas de Consultoras & Co, diciendo que
vivimos un momentáneo espejismo de prosperidad pronto a transformarse en
infierno para los millones que en el mercado del trabajo no son seres humanos
sino meros recursos humanos . . .
Tampoco
es para darle ni cinco de bola a los sicarios mediáticos portadores del
“Síndrome de Hubris” con ínfulas de “periodistas independientes” y que con
grosera sobredosis de autoestima, insisten con que se vive una dictadura peor
que aquella que asesinaba y creía que ese festín era gratuito. Que la sangre
era ajena y apenas si salpicaría las botas de algún coronel . . . ¿A uno, que
fue joven y por peronista pagó con su propio cuero el aquelarre de Videla, le
van a venir a contar lo que es una dictadura? Mucho menos se les cree a
“pensadores” tipo Sarlo o Aguinis cuando con argumentos intelectualoides tratan
de dibujar el rostro de monstruos que solo habitan en sus retorcidas
maquinaciones, y que, cultivando ese espíritu de mucamo de casa rica, odian a
los enemigos de sus patrones . . . Uno no se las cree ni ahí. Pero hay gente a
la que Clarín y TN les ha hecho estragos en el cerebro. Es tan notoria su
deformación mental que, -sin pecar de soberbio- cuando ellos van uno ya ha
visto muy bien a dónde están queriendo llegar.
Lamento
que muchos de los que aún no han advertido los dos modelos de país que están en
juego, -esas dos Argentinas cuya simple enunciación explica el verdadero origen
de un enfrentamiento histórico- aún desconozcan algo tan elemental, y que de
casi todos los integrantes del rejuntado arco opositor, sólo se extraiga un
combo de zombies militantes del partido del odio, que no quieren aceptar que el
pasado los condena. Y no porque haya habido excelencia y perfección en las dos
últimas presidencias. Para nada. Lo cual no obsta, sin embargo, para ubicar a
estos últimos gobiernos por su propio peso específico, en lo más positivo que
Argentina experimentó en los últimos 60 años. Sin mengua de irnos más atrás.
La
democracia que surgió hace casi tres décadas, después de la tragedia procesista
cívico-eclesiástica-militar, sólo sirvió para creer que recuperando el sano
derecho del voto, ya estaba el “pueblo” decidiendo su futuro. Craso error.
Desconocer la desmesurada extorsión de los poderes fácticos en las sombras, una
vez más, jugó en contra y muy caro lo pagamos. Sólo basta memorar las
consecuencias catastróficas que el modelo neoliberal produjo en la economía
argentina altri tempi. El mismo que
hoy, en Europa, es la más descarnada expresión del crimen organizado contra
todos los países pobres y contra los pobres de todos los países.
Fueron
demasiadas las circunstancias y hechos que, a lo largo de nuestra historia
reciente y aún de la más remota, han sido arteramente escamoteados, disfrazados
o directamente tergiversados a fin de “crear el relato” de un destino
manifiesto que nos sometió a meros proveedores de materias primas sin derecho a
aspirar a más. Eduardo Galeano en su Biblia “Las venas abiertas de América
latina” así nos lo revela. Doy fe.
Ese brete
creado por los poderosos de afuera en connivencia con los cipayos de adentro
que se prenden como buitres a la carroña, fue ralentizado en muy pocas
oportunidades y por no más de 25 años en total, en las 16 décadas que han
transcurrido desde nuestra “organización nacional”. Punto de partida falaz para
la patria que realmente debió ser . . . En los setenta te corría la dictadura,
y en los noventa la miseria. Épocas en que
una de las constataciones más patéticas era el sentimiento de humillación que
se percibía en la gente .
Y uno que
siguió desde siempre el camino nacional y popular que eligió, y en el que no se
pierde ni siquiera de noche, porque ese camino es de multitudes.
Definitivamente.
Nuestra
responsabilidad y capacidad para terciar en este asunto es enorme. Sería
interesante que lo advirtiéramos de una buena vez. No volvamos a perder el tren
de la historia.
El
analfabetismo cultural como trágica letanía, se repite a sí mismo en la memoria
boba. La memoria activa en cambio, nace cada día, porque ella es desde lo que
fue y contra lo que fue. Tiene miedo de recordar, está enfermo de amnesia,
ignorando que no hay alfombra que pueda ocultar la basura de la memoria.
Más allá de cómo resulte, la sensación de haber logrado terminar esta
prieta disquisición, -un
trabajo honorario y ad honorem- es de muy placentero
agotamiento. Por lo que, parafraseando a Yupanqui: Si leyeron bien . . .
¡Es suficiente!
DelsioEvarGamboa
Imagen de: http://lateclaene.blogspot.com.ar/2012/12/especial-ley-de-mediosel-sentido-comun.html
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